Me bebí la razón, me fumé el corazón.
"Ayer
puse el sol a remojo, quise volver a ser el perro verde; hoy tengo los ojitos
rojos, estuve bailando con la mala suerte. Le he contado mi vida entera
brindándole al aire mi voz cazallera. ¡Bailé en su vestido borracho de pena! Me
bebí la razón, me fumé el corazón y no volveré a verte, no pude juntar el agua
con aceite. Y cuando las estrellas salen, ya estoy colgado del jirón de un sueño. ¡El mundo
entero no me vale! Ayer por la noche me estaba pequeño. Y plantao’ en un tiesto
sin tierra me invento otro mundo de puertas abiertas, en donde los besos no
sepan a mierda. Voy buscando otro yo a limpio trompicón y ya he vuelto a
perderme. No pude juntar el agua con aceite. ¿Qué quieres tú, compañera, pa’ cuando vengas conmigo? ¿Qué es lo que puede
ofrecerte un salteador de caminos perdidos? Un costurero en los hilos que han
enredado mi vida, soy el que no tiene sitio, soy el pellizco pa’ cuando te
olvidas de que soy... El perro verde. Déjame ladrar en tu alcoba, ¿no ves que se está encapotando el cielo? Así no
llorarás tan sola, si quieres me azuzas pa’ que muerda el suelo. Que estoy
hecho a pintar mis suelas del color del polvo de donde yo quiera. ¡Mis sueños
pasean por cualquier acera! Me he asomado al rincón donde juro mi amor, y te he
visto esconderte. No pude juntar el agua con aceite. Hoy siembro a punzón mi cuerpo de ígneos caminos. Me hago el amor sin mirarme a
ceño fruncido; rompiendo con to¡ en lo que dura un buchito de vino, me vuelvo
cincel horadando la piel de mi sino podrido. ¿Qué quieres tú, compañera, pa’ cuando vengas conmigo? ¿Qué es lo que puede
ofrecerte un salteador de caminos perdidos? Un costurero en los hilos que han
enredado mi vida, soy el que no tiene sitio, soy el pellizco pa’ cuando te
olvidas de que soy... El perro verde."
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