Te iba a hacer daño, para qué mentirnos.

Tengo que confesarte algo, en el fondo sabía que esto iba a acabar así. Te iba a hacer daño, para qué mentirnos. Éramos demasiado distintos. Tú reflejabas lo común y yo lo diferente. Tú buscabas a alguien a quien dar un beso de buenas noches en la frente y yo a alguien que me hiciera olvidar que hora era. Tú buscabas alguien a quien coger de la mano al pasear y yo a alguien con quien señalar edificios curiosos. Tú buscabas a alguien con quien ver películas bajo una manta los días lluviosos y yo a alguien con quien correr y reír por mojarnos. Tú buscabas a alguien a quien llamar 'tu mundo' y yo a alguien a quien hablar de lo mal que va la sociedad. Tú buscabas a alguien con quien pasar todo tu tiempo y yo a alguien que me dejara respirar. Tú buscabas a alguien a quien mostrar y yo a alguien con quien ocultarme. Tú buscabas a alguien a quien etiquetar como pareja y yo a alguien con quien dejarme de convencionalismos. Tú buscabas a alguien a quien pensar a todas horas y yo a alguien de quien olvidarme. Tú buscabas a alguien a quien mirar exclusivamente y yo a alguien con quien comentar lo guapa que era esa chica. ¿Acaso no lo ves? Tú querías una novia, yo quería un amigo especial. Tú querías ese amor de películas, yo quería encuentros ocasionales. Ni siquiera creo en el amor. ¿Dónde crees que íbamos? Estuvimos en todo momento en situaciones distintas. Tú tan sentimental y yo tan desenfadada. Búscate a otra, que yo me buscaré a otros.

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